Ese dolor que se esconde en la arteria principal y que infecta tu corazón cuando menos te lo esperas. Reconcome todo, lo pudre y lo destiñe. Las ilusiones, a la mierda. Seguimos luchando contra ello, con esperanza o sin ella, porque aquí estamos y es lo que tenemos que hacer. Es eso o morir. Y en la muerte no hay dolor, ni luz ni sombras. No hay nada.
0 :
Publicar un comentario